jueves, 24 de mayo de 2018

Andromeda Trail

El domingo hice mi sexto medio maratón del año, en esta ocasión en montaña, el Andromeda Trail, en el Parque Natural Sierra del Norte de Guadalajara, tomando la salida en la localidad de Valdepeñas de la Sierra, y transcurriendo por esa localidad, además de Tortuero y Alpedrete de la Sierra.
Foto Fernando de Juan Elgueta
El Andromeda Trail forma parte del circuito Five Statios Trail, y consta de varias distancias, para que elijas según tu nivel, 13 km +328, 21 km +793 y 41 km +1809. Como os he indicado anteriormente esta prueba supuso mi sexto medio maratón, o lo que es lo mismo, me inscribí en la distancia de 21 km, buscando una prueba medio exigente, con la idea de quitarme el mal sabor de boca del trail de La Cabrera.

Recorrido Andromeda Trail
La retirada del dorsal la realicé el mismo día de la carrera, sin apenas espera, ya que como suele ser habitual en este tipo de pruebas, el número de participantes es muy limitado. La bolsa del corredor incluía un buff y una visera.

El recorrido tenía de todo, una primera parte en la que compartíamos recorrido con la distancia de 13 km, con mucho tobogán, alguna subida fuerte, buenas bajadas, tramos de asfalto y pista, y zonas con suelo de pizarra y arcilla. La segunda parte que ya hacíamos solos los de 21 kilómetros, para mí más bonita, también con mucho tobogán, subidas fuertes, sobre todo una dentro del último kilómetro que si llegabas justo de fuerzas te dejaba clavado, nada de asfalto, y sí muchos arroyos que había que cruzar mojándote los pies.

Altimetría Andromeda Trail
En esta carrera coincidía con dos compañeros de Forrest Gump Team, además de con mi prima y su marido (que se están preparando para el día 09 de junio hacer en Riaza su primer maratón de montaña), y con un amigo de ellos, Rodri, que ya conozco de coincidir en otras carreras. 

En la salida mis compañeros y el marido de mi prima se situaron en la parte delantera, yo decidí quedarme un poco más atrás junto a mi prima y Rodri, que tenían intención de ir más tranquilos, y ese también era mi pensamiento.

Con los compañeros de Forrest Gump Team
La salida del trail se hace rápida, aunque ya he aprendido a no dejarme llevar y fui a un ritmo más pausado, llegando a perder la estela de mi prima y de Rodri. Durante unos 800 metros fuimos bajando, para inmediatamente, empezar a subir, y empezar con los continuos toboganes. Una vez dejamos atrás el asfalto y entramos en la naturaleza, pudimos comprobar que las lluvias del día anterior habían dejado el terreno embarrado, y al ser terreno arcilloso, era muy resbaladizo, hasta el punto que un corredor que llevaba zapatillas de asfalto se dio la vuelta cuando apenas llevábamos dos kilómetros.

El sendero se empezaba a estrechar, por lo que ya íbamos en fila de a uno, yendo justo por detrás de mi prima, la cual no era capaz de seguir el ritmo de Rodri, que se empezó a escapar de nosotros. En una zona en la que el sendero se ensanchó un poco, pasé a mi prima y apreté un poco el ritmo para intentar alcanzar a Rodri. En estos tramos de toboganes, las subidas las hacía andando, pero a un ritmo con el que me acercaba al grupo que iba por delante de mí, y que cerraba Rodri, pero en las bajadas sigo bajando con bastante precaución, y soy bastante lento, por lo que el grupo se me volvía a ir.
Foto Fernando de Juan Elgueta
En estos kilómetros pasamos por zonas muy bonitas, con muchos árboles, por un camino a la vereda de un arroyo, pero también pasamos por zonas de asfalto y carretera, que hacían el recorrido más feo.

Tras un tramo de subida asfaltada, llegamos a una gran bajada, muy estrecha, tanto, que solo daba el ancho de una zapatilla, y además muy resbaladiza al ser toda de arcilla, en ella, tuve un amago de caída, teniendo que poner las manos para no acabar en el suelo, por lo que empecé a bajar con más precaución si cabe, y ya definitivamente perdí el contacto con el grupo que cerraba Rodri.

Los siguientes kilómetros los fui haciendo con distintos corredores, que me adelantaban o les adelantaba, sin llegar a quedarme en ningún grupo en concreto, andando en las subidas, e intentando mantener un ritmo aceptable en las bajadas. Y esa fue la dinámica hasta que llegué al primer avituallamiento, que además era el punto en el que se separaban los recorridos de los 13 kilómetros y los 21 kilómetros.
Foto Fernando de Juan Elgueta
En ese punto me encontré con uno de mis compañeros de Forrest Gump Team, al que me uní, y junto a otro corredor formamos un grupo de tres, para continuar la carrera. Durante dos kilómetros fuimos los tres juntos adaptando el mismo ritmo, charlando, y haciendo más amena la carrera, hasta que en un momento determinado en una zona de bajada, algo estrecha y con suelo de pizarra, vimos que estaban atendiendo a un corredor, y si eso de por sí ya es algo malo, peor fue cuando llegamos hasta la zona, y vimos que era una corredora y que era nuestra compañera de Forrest Gump Team, que se había caído en esa zona y tenía la rodilla malherida (cinco puntos le tuvieron que dar), pero por lo demás se encontraba bien.

Tras ese percance mi compañero de Forrest, se quedó con nuestra compañera, ya que habían ido juntos en su coche desde Madrid, y yo continúe la carrera de nuevo en un grupo de tres, ocupando una corredora que se nos unió, el lugar de mi compañero.


Una vez pasada esa zona de pizarra, empezó la parte más bonita del recorrido, mucho árbol, muchísima zona verde, arroyos que cruzar saltando o metiendo los pies en ellos, subidas más constantes, bajadas menos resbaladizas, y zonas de senderos por las que correr.

Al grupo que formábamos, se nos unieron dos corredores más, por lo que ya formábamos un grupo de cinco corredores, en el que mi posición iba variando en función de si subíamos (adelantaba posiciones), o de sí bajábamos (retrocedía posiciones). Pero lo mejor es que me sentía muy cómodo, en determinados momentos me sentía como un niño chico, corriendo, saltando, metiendo los pies en el agua… disfrutando mucho del recorrido y reconciliándome de nuevo con la montaña.


En torno al kilómetro 18 llegamos al segundo avituallamiento, hicimos una pequeña parada para beber y comer algo, y cada uno a su ritmo, por lo que cuando retomamos la marcha volvíamos a ser de nuevo los tres corredores que formábamos el grupo desde el punto en el que se cayó mi compañera, ya que uno de los corredores apenas se paró en el avituallamiento, y el otro, se tomó más descanso del que nos tomamos nosotros.

Lo que quedaba de recorrido era una subida, que de nuevo hice andando, pero a un mejor ritmo que mis compañeros, por lo que me situé en cabeza del grupo. Tras la subida, una nueva bajada, de nuevo mi respeto por las bajadas hizo que mis dos compañeros me pasasen, diciéndome cuando pasaban a mi lado “ahora en la subida nos vuelves a coger”. Y así fue, tras la bajada empezamos la última subida, posiblemente una de las de mayor inclinación, sobre todo en su inicio, y en ella volví a pasar a mis compañeros, primero a la corredora, que ya se quedó rezagada, y luego al otro corredor, que siguió mi estela el resto de la subida.

Foto Fernando de Juan Elgueta
Al coronar la subida, apenas quedaban quinientos metros de carrera, también en subida, aunque ya mucho más llevadera, y que se podía hacer corriendo, y fue en ese tramo donde el otro corredor, que había sido mi compañero desde el primer avituallamiento se quedo atrás, él optaba por hacer lo que quedaba andando.

La entrada en Valdepeñas de la Sierra se hacía por la zona donde habíamos aparcado el coche, por lo que al verlo me animé mucho, ya conocía lo que quedaba, aceleré un poco más, me fui cruzando con otros corredores que volvían a sus coches y que me animaban, así como gente del pueblo, pero lo más emocionante fue llegando a meta, el peque me vio y se lanzó corriendo a por mí, y juntos, de la mano, cruzamos la meta del Andromeda Trail.


Al acabar la carrera estaba muy contento y satisfecho, la única referencia que tenía en esta distancia en montaña era La Cabrera (5 h 53´53”), y eso fue más escalada que correr, por lo que no estaba seguro de cómo se me iba a dar e iba con bastante respeto, pero el Andromeda Trail nada tenía que ver con La Cabrera, aquí no había que escalar, las subidas se podían hacer bien, y aunque en mi cabeza esperaba estar en un tiempo entre las tres horas y tres horas y media, la carrera se me dio mejor, y crucé la meta en 2 h 47´07”.
Con mi prima, su marido, Rodri, mi mujer y el peque

miércoles, 16 de mayo de 2018

II Corre Forrest Corre 8 horas non stop

El sábado pasado participé en la segunda edición de una carrera que, por su formato, es algo atípica, la Corre Forrest Corre 8 horas non stop, una carrera de resistencia de 8 horas de duración que se puede hacer en individual, parejas (masculina, femenina o mixta), o equipo de cuatro (también masculinos, femeninos o mixtos), y que se celebra en Añover del  Tajo. La carrera se celebra en un circuito de montaña, de 6,3 km y con 200 metros de desnivel positivo, y gana el que de más vueltas a ese circuito en las 8 horas que dura la carrera.

Con el equipo Forrest Gump Team
La carrera la organiza Comunabike, que es uno de los patrocinadores del equipo con el que corro, Forrest Gump Team, por lo que en esta carrera nos encontrábamos inscritos muchos de los miembros del equipo.
La organización de la prueba, en cuanto a recorrido muy bien, zonas bonitas, toboganes, subidas duras, bajadas en las que poder ir rápido y veredas por las que correr, además de estar bien señalizado. La recogida de dorsales bastante fluida, y la bolsa del corredor escasa, por no decir nula, ya que solo constaba de una camiseta, el dorsal, y un portadorsales por equipo, es decir, eramos cuatro en el equipo, pero portadorsales, solo uno. Otra crítica, es que una vez más cuando fui a recoger mi camiseta no había de mi talla, por lo que tengo una camiseta más de una talla más grande que la mía, y como las carreras sigan con esta dinámica, voy a juntarme con más camisetas grandes que de mi talla.
Recorrido de la prueba
Respecto a los avitullamientos, había uno en salida/meta, donde a lo largo de las 8 horas no faltó el agua, bebida isotónica, barritas energéticas y fruta. A la hora de la comida, en un polideportivo cercano a la zona de salida/meta tenías para comer ensalada de pasta y bebida.
En la carrera participé en la modalidad de equipo masculino, junto a un compañero de Forrest Gump Team, y a dos conocidos suyos. La carrera en esta modalidad consistía en hacer la carrera por relevos, cada equipo elegía su estrategía, las vueltas que daría cada componente, el turno de salida, lo único que había que cumplir es que cada miembro del equipo debía de dar como mínimo el 20% de las vueltas totales que diese su equipo, produciéndose el relevo al pasarse un miembro al otro el portadorsal con el dorsal y el chip.

Altimetría
En mi equipo yo fui quien hizo el primer relevo, salí a un ritmo tranquilo, casi cerrando el grupo, desconocía por completo el recorrido, y la única referencia que tenía es la que me había dado un compañero del equipo que me dijo que era un recorrido duro, con pocas zonas de recuperación, y con varias subidas largas, y no me engañó. Tened en cuenta que en poco más de seis kilómetros había un desnivel acumulado de 200+.
La primera vuelta disfruté mucho, sobre todo en las sendas en las que se podía correr, en las bajadas, algunas con mucha inclinación, sigo teniendo demasiado respeto como para bajarlas a tumba abierta, y sigo cediendo mucho terreno respecto a otros corredores. Subiendo tenía la referencia de otro corredor que me marcaba el ritmo, pero era curioso, yo iba andando, mientras que él iba corriendo, y aún así, le mantenía la distancia. Esa primera vuelta la hice en un tiempo de 39´04”.
Foto del equipo con el trofeo
Las siguientes vueltas que realicé fueron la cinco y la nueve. Cuando hice mi segunda vuelta (la quinta del equipo), eran las trece horas y el calor ya apretaba, a eso se unía que habían pasado dos horas desde mi primera vuelta, y que ese tiempo lo había pasado hablando con otros corredores, siempre de pie, por lo que en la segunda vuelta las piernas las note más cansadas, y la vuelta la hice en 41´06”.
Mi tercera vuelta, no fue buena desde el inicio, de nuevo dos horas de espera, donde salvo el tiempo en que fui a comer, de nuevo las pasé de pie, y con bastante calor. Cuando salí las piernas no cogían ritmo, además me despiste, me pasé de largo una baliza, y cuando me di cuenta, me tocó darme la vuelta y acabar haciendo 250 metros más. En esta vuelta el ritmo era bastante más lento, y las subidas andaba también más despacio, por lo que al final hice un tiempo de 44´56”.
En el podium recogiendo el trofeo
En lo que al equipo respecta, dimos un total de 12 vueltas (tres cada miembro del equipo), para un total de 75,6 km y un desnivel acumulado de 2400+, acabando segundos de la clasificación general de equipos masculino. Lo malo fue que tuvimos una penalización, ya que el cuarto miembro del equipo, en su primera vuelta se salto una baliza, pero al contrario que yo, que hice 250 metros de más, él hizo casi dos kilómetros menos, por lo que nos penalizaron, y bajamos del segundo al tercer puesto, es decir, por primera vez he sabido lo que es estar en un podium, aunque en esta carrera no hubiese un podium como tal para la entrega de trofeos.
Para acabar, mi opinión sobre este tipo de formato. En la modalidad de equipos, mi experiencia es que pasa mucho tiempo desde que haces tu vuelta, hasta que vuelves a correr (en torno a dos horas), por lo que cuando vuelves a ponerte en marcha cuesta mucho, y más aún cuesta cuando te toca dar la tercera vuelta, que llevas más de cinco horas de carrera, la mayoría de ellas de pie, y con dos parones de dos horas entre cada vuelta. En la modalidad de parejas, por lo que pude ver, puede ser más interesante, aunque eso sí, el descanso entre vuelta y vuelta no es de más de 45 minutos, y para organizarte para poder comer, puede ser que te toque dar dos vueltas, para dar tiempo a tu compañero. El formato individual, a mí personalmente ya me parece una locura, ya que hablamos de estar 8 horas dando vueltas al mismo circuito…

Con la medalla finisher y el trofeo
Lo mejor de todo, el día que pasé junto a mis compañeros de Forrest Gump Team, la nueva experiencia vivida, y el saber por primera vez lo que es que te llamen para recoger un trofeo.

Trofeo del tercer clasificado

jueves, 10 de mayo de 2018

Motivación y disciplina como base de tus éxitos

Hace poco leía una frase que decía "no siempre estarás motivado, por lo que deberás aprender a ser disciplinado". Sin duda ambas son muy necesarias para que una vez que nos propongamos nuestros retos, consigamos llevarlos al éxito final, aunque bien es cierto que a la hora de la verdad se necesita de algo más que motivación y disciplina.


La motivación va a ser el primer paso, es lo que va a hacer que nos planteemos el hacer algo, el proponernos un reto, en mi caso, no hay nada que me motive más que cruzar la meta de un Maratón, y es curioso porque la motivación por hacer algo, no quiere decir que ese algo sea lo que más te guste.

En lo que a distancia se refiere, a mí personalmente, ya sabéis que lo que más me gusta es el Medio Maratón, pero ello no quiere decir que sea lo que más me motive, supongo que se debe al hecho de que cruzar la meta en un Maratón me sigue pareciendo un reto increíble, lo cual no me pasa con el Medio Maratón, y mucho menos con una carrera de 10 kilómetros, aunque esto no quiere decir que no disfrute como el primer día de cada meta que cruzo, sea de la distancia que sea.

Y en lo que a tiempos se refiere, he de decir que ni siquiera el proponerme bajar de 1h 40´ en el Medio Maratón, o asentarme en ser sub 45´ en los 10 kilómetros me motiva tanto como el hecho de preparar un Maratón, con la premisa principal de acabarlo.

Una vez tenemos la motivación necesaria para lanzarnos a por nuestro reto, necesitamos ser disciplinados para cumplir con los entrenamientos que requieren nuestro objetivo, y es que como se trate se un objetivo a medio o largo plazo, puede que nuestra motivación vaya decayendo en algunos momentos, por lo que la disciplina en los entrenamientos será básica para seguir adelante con el plan.

En este punto, a mí, de nuevo me pasa como en el anterior, un plan de entrenamientos para un Maratón me hace ser muy disciplinado, tomarme muy en serio cada entrenamiento y cumplir a rajatabla con el plan de entrenamientos, Mientras que un plan para un Medio Maratón no lo consigue, ni este año que me he visto con cinco carreras de Medio Maratón en mes y medio, ni siquiera poniéndome el reto de intentar bajar de 1h 40´ he conseguido ser tan disciplinado y cumplir con el plan de entrenamientos que me había propuesto, como cuando me pongo delante de un plan de entrenamientos para un Maratón. De un plan de entrenamientos para 10 kilómetros ni hablo, ya que para esa distancia no me planteo ni siquiera ponerme a hacer un plan de entrenamientos.

Antes os comentaba que además de motivación y disciplina, se necesitaba algo más para conseguir tus retos, y es que personalmente, pienso que la fuerza de voluntad es muy importante, y de nuevo me pongo como ejemplo, y usando como no, la comparativa entre un plan de entrenamientos para un Medio Maratón y un Maratón. Mi primer Maratón lo hice llegando a casa de trabajar cerca de las 20:30 horas, saliendo a entrenar casi a las 21 horas, la fuerza de voluntad hacía que saliese sin ningún problema, sin pensármelo, y a lo largo de los cinco maratones que he hecho, he tenido entrenamientos en todas las estaciones del año, sin que ninguna climatología sirviese como excusa para que no saliese a entrenar. 

En cambio para el Medio Maratón, llegando a casa de trabajar a la 19 horas, ha habido días que me ha dado pereza salir a entrenar, aunque finalmente lo hacía, eso sí, siempre que no lloviese, como estuviese lloviendo, y este final de invierno ha llovido mucho en Madrid, no salía a entrenar, o simplemente iba al gimnasio a hacer fortalecimiento, es decir, no tenía la fuerza de voluntad suficiente para ser disciplinado con el plan de entrenamientos Esto sin duda es porque preparar un Medio Maratón no me motiva tanto como preparar un Maratón.

A mi forma de ver, el Maratón enciende todas mis alarmas, y eso hace que sea mucho más disciplinado, y que no encuentre excusas a la hora de realizar un plan de entrenamientos, además, supongo que al no ser una persona que le de mucha prioridad a hacer marcas, el motivarme con ese aspecto es difícil.

Por último, hay un aspecto importante, pero que en este caso no depende de nosotros, y es que el día D, tengamos la suerte de que todo se de bien, y no haya ningún inconveniente que haga que toda nuestra motivación, disciplina y fuerza de voluntad se quede en nada y no logremos el reto que nos hayamos propuesto.

miércoles, 2 de mayo de 2018

EDP Rock´n´Roll Madrid Medio Maratón 2018

El pasado domingo 22 de abril acabé con la locura de los medio maratones, ya he cruzado las metas de Salamanca, Valencia, Madrid, Segovia y de nuevo Madrid, y sinceramente ha salido bastante mejor de lo que tenía pensado, y también he de reconocer que he acabado bastante cargado, algo lógico, ya que tres de esos cinco han sido en tres semanas consecutivas. 

Con Dani, antes de su debut en el Maratón
He de decir que no me planteé estas carreras como un reto, solo que han caído así en el calendario, y sin pensármelo mucho me fui inscribiendo, y es que el Medio Maratón de Madrid es un fijo en mi calendario, los de Salamanca y Segovia, tenía ganas de hacerlos desde el año pasado, Valencia surgió como una carrera y un fin de semana interesante, y el EDP Rock´n´Roll, el dorsal me tocó en un sorteo, y así fue como me vi ante este reto, sin proponérmelo como un reto.

La feria del corredor del EDP Rock ´n´roll, al igual que la del anterior medio maratón de dos semanas antes, fue en Ifema, aunque en distinto pabellón. Recogí el dorsal, la camiseta (por fin una carrera en la que tienes que coger la misma talla de camiseta que marcas en la inscripción), y la bolsa del corredor, que era simplemente eso, una bolsa, ni un solo detalle para los corredores. La verdad es una pena que en carreras más pequeñas y mucho más baratas como son Salamanca o Segovia, la organización se lo trabaje para dar obsequios, y que una carrera como esta no de ni un solo obsequio.

En el photocall de la feria del corredor
Nunca había hecho esta carrera, o mejor dicho esta carrera en la distancia del medio maratón, ya que en las anteriores ocasiones que había participado en la EDP Rock´n´Roll, siempre había sido en la distancia del Maratón, aunque conocía gran parte del recorrido ya que ambas distancias compartían muchos kilómetros, pero este año se había cambiado el emplazamiento de la meta, por lo que el recorrido había variado algo. Pero estaba claro que siendo Madrid, iba a ser un recorrido duro y rompepiernas.

Ya desde el ropero me fui encontrando con conocidos, a los que saludé y deseé suerte, luego, tras dejar la bolsa en el ropero, me dirigí al punto de encuentro que habían marcado mis compañeros de Forrest Gump Team, además de quedar allí con Dani, para vernos y desearle suerte en su primer Maratón. He de reconocer que pensaba que me sentiría extraño al estar allí, compartiendo salida con el Maratón, mientras que yo solo iba a hacer el Medio Maratón, pero no fue así, supongo que como en ningún momento me planteé hacerlo este año, mentalmente lo tenía más que asimilado. Eso sí, con que diferencia se vive, respecto a ilusión y nervios el verte esperando para hacer un Medio Maratón o para hacer un Maratón.
Altimetría
En la salida, me sentía bien, y me apetecía volver a intentar estar en el tiempo de Valencia, o de dos semanas antes también en Madrid, y porque no, quizá incluso mejorarlos, y como en el cajón coincidí con un compañero de Forrest Gump Team, que también buscaba estar en torno a 1 h 43´, decidí hacer la carrera con él.

La salida se tomaba al inicio del Paseo de la Castellana, y desde ahí la recorreríamos hasta llegar a las Cuatro Torres, unos cinco kilómetros de falso llano, que siempre tendía hacía arriba, por lo que aprovechamos que salimos junto al globo de 1h 50´, para tomarlo como referencia y que nos ayudasen a llevar el ritmo en ese primer tramo de la carrera. Con el globo siempre a la vista, fuimos haciendo los primeros kilómetros en paralelo, adelantando como podíamos a corredores con un ritmo más lento que el nuestro, e intentando que esos adelantamientos no nos cortase mucho el ritmo. Esos kilómetros, a pesar de ir subiendo me encontraba bastante bien, muy cómodo, aunque también hay que decir que esos kilómetros los hicimos a un ritmo de 5:10 min/km, pasando por el PK5 en un tiempo de 25´48".

Recorrido
Al llegar a las Cuatro Torres hicimos un giro de 180º, y empezamos un terreno algo más favorable, por lo que empezamos a apretar un poco, pero pronto nos vimos frenados porque llegamos al primer punto de avituallamiento, el cual fue un poco locura, entre el maratón y el medio maratón, eramos cerca de 35.000 corredores, y ese primer avituallamiento fue un poco caos, hasta el punto que mi compañero y yo nos perdimos por unos momentos.

Pasado el kilómetro 6, empezamos a ir más rápido, a ritmo entre 4´45" y 4´50", y al igual que me pasó en Valencia empezaba a notar las piernas bloqueadas, el cuerpo y el terreno me pedían ir más rápido, pero las piernas no daban para más, le comenté a mi compañero que no tenía buenas sensaciones y él se puso delante para ir marcando el ritmo, pero fue poco tiempo ya que se me desabrocho el cordón de la zapatilla, y me tuve que echar a un lado para atármelo. Cuando me reincorporé mi compañero lo tenía algo por delante, pero decidí no acelerar y desde ese momento hacer mi carrera, en función de como me fuese encontrando. Por el PK10 pasé en un tiempo de 50´06", a un ritmo de 5:01 min/km, haciendo ese tramo del PK5 al PK10 a 4:52 min/km, es decir, las sensaciones de piernas no eran buenas, pero el ritmo no era del todo malo.

Con los compañeros de Forrest Gump Team
Otra buena noticia es que volví a juntarme con mi compañero de Forrest Gump Team, que ahora corría junto a otro compañero de Forrest que estaba haciendo el Maratón. Con ellos hice varios kilómetros, aunque seguía sufriendo, sin ser capaz de coger un ritmo bueno, y me dedicaba a hacer la goma, igual corríamos en grupeta de tres, que en otro momento mis piernas no mantenían el ritmo y me dejaba caer, para de nuevo volver a cogerles. Poco antes del PK15 volví a descolgarme, y ya fui incapaz de volver a unirme a ellos. Por ese punto pasé en un tiempo de 1h 14´35", a un ritmo de 5:01 min/km, y haciendo ese intervalo del PK10 al PK15 a un ritmo de 4:54 min/km.

El kilómetro 16 discurría por la calle Velázquez, y era una continua subida que me cortó mucho el ritmo, además, por ese punto el año pasado se pasaba en el Maratón, más o menos el kilómetro 40, y fue el que hice andando, puede parecer una tontería, pero ese recuerdo mentalmente no me ayudó, y no me sentí nada bien. por suerte en esa calle había un punto de animación de un grupo de running que conozco, y el saludar a varios conocidos me dio una importante inyección anímica, y más adelante me encontré con un entrenador y un pacer de Adidas Runners, a los que también saludé. Aún así, no pude evitar que se me atragantase ese kilómetro y lo hiciese en 5´21", el peor kilómetro de toda la carrera.

Tras cruzar la linea de meta
En el kilómetro 17 llegó un momento muy especial, y es que nos separamos del grupo del Maratón, nosotros ya encarábamos los últimos cuatro kilómetros, y ellos tomaban otro recorrido, que les llevase a completar los veinticinco kilómetros que les faltaban. Fue un momento muy emocionante, en dos ocasiones yo lo había vivido desde el otro lado, y sentía los ánimos y los aplausos con los que nos despedían los corredores del medio maratón, en esta ocasión era yo quien les aplaudía y les daba gritos de ánimo.

Los últimos cuatro kilómetros fueron muy mentales, seguía queriendo acelerar el ritmo, pero no podía, ya no solo notaba bloqueadas las piernas, también las notaba muy cargadas, han sido cinco medio maratones en poco más de mes y medio, tres consecutivos, y la anterior, en Segovia, había sido muy dura, todo eso lo notaba cada vez más en las piernas, aunque también me servía para ir animándome, y para pensar en positivo.


Mordiendo la medalla
Por el PK20 pasé en 1h 39´41", en un ritmo de 4:59 min/km, ya solo quedaba poco más de un kilómetro para acabar, y decidí que no iba a seguir forzando el llevar un ritmo en el que no me sentía cómodo, y me limite a disfrutar de ese tramo. Poco antes de encarar la recta de meta me encontré con mi mujer y el peque, me pilló en el lado contrario de la calzada, por lo que en esta ocasión no pude acercarme a saludarme, solo les sonreí, les saludé con la mano, y seguí adelante, hacía la línea de meta.

La meta la cruce contento, disfrutando de las últimas zancadas, en un tiempo de 1h 45´16", no había conseguido estar en el tiempo que me había marcado al inicio de la carrera, pero había conseguido acabar mi quinto medio maratón del 2018, y el décimo tercero desde que en marzo de 2014 debutase en esta distancia.



Ahora, una vez acabadas estas cinco carreras, estoy muy contento, he disfrutado de cinco carreras muy bonitas, en cuatro ciudades distintas, con recorridos de todo tipo, y además he conseguido ya no solo asentarme por debajo de 1h 50´, sino que creo que estoy asentado en en un tiempo en torno a 1h 45´. 

Resumen de tiempos