martes, 27 de marzo de 2018

IAAF Mundial de Medio Maratón de Valencia

Este pasado domingo participé en la segunda de mis cinco Medio Maratones en las que estoy inscrito, y de todas ellas, era en esta carrera en la que me había propuesto, además de disfrutar que es lo que busco siempre, el hacer una buena marca, y no solo eso, me había propuesto un objetivo bastante exigente, que era bajar de 1 hora y 40 minutos. 

Listo para la salida
La organización de la prueba en general ha sido bastante buena, aunque yo veo tres puntos que se pueden mejorar:

1.- Las camisetas, en la inscripción indicas la talla de camiseta y, ¿qué me pasó cuando fui a recoger el dorsal y la bolsa del corredor?, pues que ya no quedaban camisetas de mi talla, desde el viernes ya no había talla S, ¿como es posible eso?, pues porque una vez llegas a recoger el dorsal, eliges la talla que quieres, con lo cual gente que no eligió talla S, luego fue la que se llevaron. En mi caso me llevé una M de chico, pero un compañero que fue unas horas más tarde se tuvo que conformar con una L de chica.

2.- Los avituallamientos, muchos y con muchos voluntarios, pero solo en uno de los lados de la calzada, por lo que al llegar a ellos la gente cruzada de un lado a otro para coger la botella de agua, con el riesgo de caídas y/o tropiezos.

3.- Algo de abrigo en la meta, ya que la carrera empezó a las 17:30 por lo que muchos acabamos pasadas las 19 horas, el sol ya había caído, y la temperaturaa era bastante fresca, por lo que, como en el Maratón, se hubiese agradecido un plastico para ponerte por encima hasta que llegas a la zona del ropero, o como en mi caso, te encuentras con un familiar (mi mujer), que te lleva algo de ropa de abrigo.

Por lo demás, fácil y rápida recogida de dórsales, una bolsa del corredor bastante variada, buena organización en la salida y en la meta, y un avituallamiento final, también bastante bueno. 

Altimetría de la carrera
El recorrido es bastante llano y a la altura del mar, con zonas de largas y anchas avenidas, por lo que es muy factible para correr, lo malo fue que hizo muchísimo viento, y en esas anchas avenidas se notaba bastante, y complicaba mucho poder mantener un buen ritmo. Otro aspecto que te hace correr muy a gusto, es la animación que hay a lo largo del recorrido, a pesar de que era un día bastante desapacible, en el que incluso tuvimos algo de lluvia, la gente estaba volcada con los corredores, y encontrabas muchos y diversos puntos de animación.

Recorrido de la carrera
La carrera fue el sábado a las 17:30, por lo que nos desplazamos el día anterior hasta Valencia, y allí coincidí con más compañeros de Forrest Gump Team, algunos de ellos iban a participar en la carrera, y otros se desplazaron hasta Valencia solo para animar, lo cual es de agradecer. 

Como os he indicado antes, me había propuesto un objetivo bastante exigente, y es que nunca había bajado de 1 hora y 45 minutos, y buscaba en la misma carrera bajar incluso de 1 hora y 40 minutos. Así que para ello tenía pensado llevar un ritmo en torno a 4:45 min/km, algo que me es bastante factible en un 10 kilómetros, pero que no sabía hasta que punto lo podría ser en un Medio Maratón, y menos aún con las condiciones de viento que había desde ese mismo día por la mañana. 

1h 39´59" la marca que tenía por objetivo
La salida estaba por cajones de tiempos, por lo que mis compañeros y yo nos separamos para ir cada uno a un cajón, yo estaba en el cajón naranja junto a otros dos compañeros, aunque luego a la hora del pistoletazo de salida cada uno de nosotros salimos por nuestro lado, y es que yo prefería ir a mi ritmo cogiendo ritmo en los primeros kilómetros, mientras que mis compañeros son de salir desde el principio a un ritmo fuerte.

Salí con mucha ilusión, con ganas y muy motivado por la animación del público, haciendo el primer kilómetro en 4´54", ritmo que casi calqué en el kilómetro 2, que hice en 4´53", y que si calqué en el kilómetro 3, de nuevo 4´54". Esos tres primeros kilómetros los hice en 14´41", empezaba a acumular tiempo perdido con respecto a mi objetivo, y ya era momento de empezar a apretar el ritmo para ir acercándome a ese ritmo de 4:45 min/km que tenía planeado. El paso por el PK5 lo hice en 24´30", a un ritmo de 4:54 min/km, cuando al ritmo que tenía planeado debería haber pasado en 23´45", así que ya acumulaba una perdida de 45", un tiempo factible de recuperar en los 16,097 km restantes, pero lo malo, es que no acababa de conseguir el ritmo que quería, y lo peor de todo, es que sentía las piernas como bloqueadas y sin chispa. Y para ponerlo un poquito más difícil, la meteorología se puso en nuestra contra, ya que al poco de pasar el PK5, en una ancha y larga recta, empezó a llover y a hacer bastante aire, lo cual dificultaba un poco más el coger el ritmo bueno. 

Con dos de mis compis de Forrest Gump Team
Ya lo he comentado anteriormente, es increíble como a pesar del mal día que hacía, con viento, y alguna que otra nube descargando lluvia, la gente seguía animando, y te empujaba, contrarestando con sus ánimos al viento, que no sé porqué extraño fenómeno, siempre te encuentras más en contra que a favor.

El siguiente tramo de 5 kilómetros fue bastante importante mentalmente, ya que fue un quiero y no puedo contra mis piernas, me encontraba bien, pero las piernas no encontraban la chispa suficiente como para reflejar en el reloj un ritmo de 4:45 min/km, lo intentaba, apretaba y mejoraba el ritmo, pero en cuanto me despistaba, volvía a bajar el ritmo. Y en esa lucha constante me encontré pasando por el PK10, con un tiempo de 48´59", a un ritmo de 4:54 min/km, y ya a 1´29" de mi objetivo.

Disfrutando de cada zancada
Tras pasar el kilómetro 10, de nuevo en una larga y ancha avenida el viento hizo acto de presencia para volver a machacarnos, y por si esto fuera poco, se me desabrochó el cordón de una zapatilla, así que me tocó echarme a un lado a abrocharmela. En ese momento tome la decisión de no forzar más el ritmo, estaba claro que no era el día, tocaba olvidarme del objetivo de marca, y disfrutar todo lo posible de la carrera y del ambiente, ya habrá días mejores.

Fue quitarme la presión de encima, dedicarme solo a disfrutar, y empezar a hacer kilómetros cerca del ritmo que tenía planeado, y es que los kilómetros 14 y 15 los hice en 4´47" y 4´48". Por el PK15 el tiempo de paso fue de 1h 13´34", a un ritmo de 4:54 min/km.

Con la medalla y la meta de fondo
Los kilómetros siguientes recorrimos el centro de Valencia, donde las calles eran más estrechas, y donde se notaba aún más el aliento del público. Como ya pasó unos meses antes en el Maratón de Valencia, era difícil ver un solo metro sin una persona animando, niño que te dan la mano, gente que lee tu nombre en el dorsal y te anima (en mi caso llevo A mis 40 y), e incluso te llevas una sorpresa cuando te llaman por tu nombre y te giras al escucharlo y reconoces a Jorge (un amigo de Google +, al que desvirtualicé en el Maratón de Valencia), junto a su chica, que te animan y te ayudan a seguir avanzando. He de decir, que sin duda, Valencia me ha ganado, correr allí es especial.

Los últimos kilómetros, se hacen en "bajada", corriendo en paralelo al antiguo cauce del Turia, con los laterales lleno de público, e incluso con una haka estilo Halls Blacks, que me sacó una sonrisa de agradecimiento. Y así casi sin darte cuenta te encuentras en el PK20, con un tiempo de 1h 37´58", a un ritmo de, una vez más, 4:54 min/km.

La Ciudad de las Artes y las Ciencias
Una vez pasas el kilómetro 20, ya solo queda disfrutar, te olvidas del ritmo y ya solo visualizas la pasarela azul. Antes de llegar a ella, me encontré con mi mujer y el peque, un saludo, una sonrisa, y a seguir zancada a zancada hasta llegar a la pasarela azul. Una vez en ella, me dediqué a saludar a la gente, a levantar los brazos, y a saborear los últimos metros de la que fue mi décima maratón.

Al final crucé la meta en 1h 43´14", a un ritmo de 4:54 min/km, y muy contento, primero porque suponía cruzar la meta de mi décimo Medio Maratón, segundo porque disfrute de una carrera más, y tercero, porque conseguí mejorar mi marca personal en 2´07".


Comentaros, que por la mañana hubo carreras infantiles, y que el peque la corrió, y me dejó muy sorprendido, ya que aunque en principio solo iban a correr 300 metros, al final les pusieron un recorrido de ida y vuelta que era de 500 metros, y para mi sorpresa el peque los recorrió, y aunque yo iba a su lado en ningún momento me pidió ayuda, recorriendo los 500 metros corriendo y sin parar. A sus tres años y cuatro meses ya lleva seis carreras infantiles, y al igual que yo, también acaba con una sonrisa al cruzar la meta.

El peque tras cruzar la meta

miércoles, 14 de marzo de 2018

Cruzar la meta de un Maratón, no te hace Maratoniano

La entrada que escribo hoy lleva tiempo en mi cabeza, de hecho desde que en noviembre leí un artículo en Planeta Triathlon, que hablaba sobre el tema. Después de esa lectura he compartido varias charlas con amigos runners, y he leído otros artículos, e incluso me hicieron una pregunta recientemente en un grupo de whatsapp, y todo ello unido, ha hecho que hoy escriba este artículo.

Cruzando la meta del Maratón de Sevilla 2017
Supongo, que todos los que estamos en este mundo del running porque de verdad nos gusta, porque nos hace sentir bien, más allá de que se haya puesto de moda, o del postureo, vemos el cruzar una meta como la consecución de un reto personal, sobre todo, cuando es la primera vez que nos enfrentamos a la distancia, sea la distancia que sea.

Evidentemente, cuando te lanzas a correr, lo lógico y natural, es empezar por distancias pequeñas, ir acostumbrando al cuerpo a hacer kilómetros, y empezar a hacer carreras desde distancias menores, es decir 5 o 10 km, metas que a los que llevamos ya unos años en esto, nos pueden parecer hoy en día sencillas, pero que no hace tanto tiempo supusieron un gran reto. Posteriormente, está el salto al Medio Maratón, y al final, tarde o temprano, casi todos terminamos dando el salto al Maratón. Luego, por supuesto, se puede dar un salto más con los ultras, y otro tipo de carreras de varias etapas.

En ese transcurso de tiempo que va desde nuestro primer reto, que en mi caso fue hacer un 10k, hasta que te lanzas a hacer tu primer Maratón, vas quemando etapas, vas aprendiendo, progresando en tu forma de entrenar, y vas metiendo más y más kilómetros y tiempo a tus entrenamientos, lo cual, quieras o no, afecta a tu vida, por lo que terminas adaptando parte de tu vida a ese reto que te has propuesto, correr un Maratón.

Como runner, y los que me leéis o conocéis lo sabéis, siento un tremendo respeto por todo el que se calza unas zapatillas, deja la comodidad del sofá, y sale a la calle a correr, a entrenar, a preparar una carrera, independientemente de la distancia o el ritmo de carrera que lleve, siempre y cuando lo que haga sea consecuente. Me explico, pasar del sofá a querer hacer un maratón en apenas dos meses, o prepararte un maratón para hacerlo caminando, lo siento, pero para mí, eso no te convierte en maratoniano, y merece el más mínimo respeto, entre otras cosas, porque a mí me estás tomando por idiota, y ninguneando mi esfuerzo.

Preparar un Maratón supone semanas de entrenamiento, mucho esfuerzo y mucha fuerza de voluntad, son muchas horas las que le quitas a los tuyos, con la intención de cruzar la meta, y no nos engañemos, hacer un tiempo más o menos digno. Para mí a día de hoy un tiempo digno (hablo de mí como corredor), es bajar de las cuatro horas, luego el día de la carrera podrá salir cara o cruz, en un Maratón se dan muchas circunstancias, y puede que, por unas cosas u otras, te vayas más allá de lo que tenías planeado en tu plan de entrenamientos, pero eso ya son circunstancias de carrera, y todos nos exponemos a ellas.

Dejando de lado las circunstancias de carrera, lo que a mí me parece una falta de respeto hacia los demás, es prepararse un Maratón con el objetivo de hacerlo en cinco horas o más, estamos hablando de un ritmo de más de siete minutos el kilómetro, y eso no es correr. Si eres corredor y en tu mente está el objetivo de hacer un Maratón en cinco horas o más, creo que lo mejor es que sigas mejorando en distancias menores, porque lo que vas a hacer no es correr un Maratón, lo vas a andar.

Obviamente la redes sociales tienen mucha culpa de la existencia de este tipo de corredores, que solo por hacerse la foto con la medalla de finisher, de tener un cierto protagonismo, se proponen retos muy exigentes, llegando a ellos a base de atajar en las preparaciones y en el esfuerzo, y acortando los tiempos.

El mensaje de whatssap que os comentaba al principio, me lo pasó mi primo en plan de broma, y me decía que un amigo suyo (que no hacía deporte), se había apostado con su cuñado a que él también era capaz de hacer un Maratón, el cual se corría a dos meses vista. Me pedía consejos para su amigo, obviamente, entendí que era una broma de mi primo, y mi respuesta fue, que le dijese a su amigo que se autolesionase y no se presentase en la línea de salida del Maratón.

La noticia que os comentaba de Planeta Triathlon, y por la cual he puesto el título a la entrada, hace referencia a que una famosa chef española y su marido iban a correr el maratón, de hecho ella en su blog ponía textualmente:

“Como os conté en el post del lunes estoy preparándome para correr otra vez el maratón de Nueva York y no sabéis lo que me apetece. Ya lo he corrido dos veces, la primerz vez cuando cumplí cuarenta, la segunda un poquito más adelante y ahora voy a por la tercera. Cuando crucé la meta la segunda vez prometí no volver a hacerlo, pero la verdad es que es tal planazo que este año estoy como loca."

Genial la idea de prepararse para correr el Maratón de Nueva York, además que suerte que lo pueda hacer por tercera vez, yo sueño con hacerlo aunque solo sea una vez.

Pero un poco más abajo escribía:

“He liado a varios amigos y vienen también mi hermano y mi marido Peru que ha dejado de fumar y no ha dudado en apuntarse. Vamos a hacerlo andando y disfrutando, un plan perfecto para hacer juntos y que sea deportivo, además siempre ir a Nueva York es súper divertido.

O sea, te estás preparando un Maratón para hacerlo andando… no sé a vosotros, pero a mí eso me parece un tremendo insulto para los que nos pasamos semanas haciendo series, rodajes, sesiones de fondo, fortalecimiento, y todo lo que lleva consigo preparar un Maratón.

Pero lo mejor de todo es el párrafo con el que cierra el post:

“Estoy deseando contaros toda la experiencia y por ahora estoy entrenando pero sin estrés, no pienso en ningún tiempo ni meta específica porque esta vez lo hago para pasarlo bien.

Yo llevo cinco Maratones y os aseguro que no sé lo que es preparar un Maratón sin estrés, y eso que los preparo con la intención de disfrutar mucho de la experiencia y sufrir poco, supongo que será porque en el plan de entrenamientos me marco un tiempo…

Bueno, pues el tiempo de esta "maratoniana" y su marido en meta fue de 8h 02´ 46”, a un ritmo de 11:26 min/km, vamos que más que andar se dieron un paseo muy tranquilo por Nueva York, y se puede llegar a pensar que incluso debieron de hacer un picnic en Central Park, antes de cruzar la meta.

Y es que ser Maratoniano es mucho más que cruzar la meta de un Maratón, ser Maratoniano no son solo recorrer los 42.195 metros, es la consecución de un reto que detrás lleva muchas horas de dedicación y de esfuerzo, y que todos los que de verdad hemos corrido un Maratón, sabemos a lo que me refiero.

miércoles, 7 de marzo de 2018

VII Medio Maratón Ciudad de Salamanca

Este principio de 2018, casi sin darme cuenta, me he visto inscrito en cinco carreras de medio maratón, que se celebrarán desde el 04 de marzo al 22 de abril, teniendo apenas tres fines de semana de descanso en todo eso tiempo, y haciendo tres de ellas en fines de semana seguidos, 08 de abril, 15 de abril y 22 de abril. Por lo que el pasado fin de semana, en Salamanca, ya corrí la primera de esas cinco medio maratones.

Listo para la salida
De todas estas carreras, la que tengo marcada como mayor reto es el Medio Maratón de Valencia, del próximo 24 de marzo, por lo que a Salamanca acudí con la idea de hacer un entrenamiento en competición, a modo de test, sin presionarme para nada en ritmos, ni en tiempo a hacer en meta, solo con la idea de correr por sensaciones, y ver cómo van asimilando las piernas los entrenamientos que voy realizando. Lo bueno de este test, es que era una carrera con un recorrido bastante más duro que el de Valencia, ya que mientras que este último es a nivel del mar, y llano, Salamanca está a 800 metros, y la carrera tenía un desnivel acumulado positivo de 183 metros.

La organización de la prueba bastante buena, los dorsales se recogían en un pabellón situado junto a la meta, el precio de la carrera 13 euros, y una buena bolsa de corredor con toalla, guantes, buff y un hornazo, que es una especie de empanada, rellena de embutido, muy típica de Salamanca. A esto había que añadir el avituallamiento final donde te daban bebidas, fruta y pastas, y la bien merecida medalla finisher.

Altimetría Medio Maratón de Salamanca
El recorrido era bastante rompepiernas, con continuos toboganes en sus primeros kilómetros, para ir bajando poco a poco hasta la altura del río Tormes, más o menos en el kilómetro 8. Todo ese tramo se hacía por la parte vieja de la ciudad, y haciendo varios kilómetros por el casco antiguo, convirtiéndose la carrera en un precioso paseo turístico. 

Una vez que cruzas el río, el recorrido se hace más feo, las callejuelas del casco antiguo dan paso a largas rectas, y se endurece, ya que pasado el kilómetro 10, y casi hasta el 12 estás continuamente subiendo, y no un falso llano, sino una importante cuesta. De vuelta al centro de la ciudad, cruzas el Tormes por el puente romano de Salamanca, y tras hacer varios kilómetros a la vera del río, corriendo por el carril bici, encaras los últimos kilómetros con una nueva e importante subida, de cerca de dos kilómetros, que ya te deja a las puertas de la meta. En resumen, recorrido muy bonito en su parte inicial, bastante rompepiernas, y con dos subidas muy exigentes para los corredores.

Recorrido Medio Maratón de Salamanca
Para esta carrera, nos desplazamos el día anterior a Salamanca, y allí coincidí con otros compañeros de Forrest Gump Team, que como yo, iban a participar al día siguiente en el Medio Maratón, por lo que no solo pudimos disfrutar de la carrera, sino que también pudimos disfrutar de un día muy bueno y de agradable compañía. Lo malo el tiempo, y es que prácticamente todo el sábado estuvo lloviendo.

Como os he indicado antes, la carrera iba a ser un test de cara al Medio Maratón de Valencia, y aunque la idea era la de dejarme llevar por sensaciones, en el Garmin me puse un aviso de ritmo de 5:10 min/km, vaya a ser que me dejase ir en exceso, y el test saliese demasiado lento. Tenía muy claro que no iba a ir a buscar marca, eso será en Valencia, pero tampoco quería irme por encima de 1 hora y 50 minutos, y con el ritmo que me había marcado en el Garmin, me aseguraba estar por debajo de ese tiempo.

En el Parque de la Alamedilla
En la salida me separé de mis compañeros, cada uno de nosotros tenía pensado hacer la carrera a un ritmo, el mío en principio era situarme junto al globo de 1 h 50´, para coger ritmo los primeros kilómetros, y luego ya ver como se comportaban las piernas. Junto al globo hice el PK1 en 5´10”, y el PK2 en 5´09”, y hasta ahí llegó mi aventura junto al globo, ya que pasado el kilómetro dos apreté un poco el ritmo y lo dejé atrás, me notaba bien de piernas, y yendo junto al globo me sentía frenado, así que decidí dejarme llevar. El paso por el PK5 lo hice en 24´54”, a un ritmo de 4:59 min/km.


En los primeros kilómetros, sobre todo entre el PK3 y el PK7 aproximadamente, atraviesas gran parte del casco histórico de Salamanca, pasando por la calle Zamora, junto a la Catedral, junto a la Universidad de Salamanca, y su famosa fachada, junto a la Casa de las Conchas, y para mí, uno de los momentos más bonitos fue cuando atravesamos la Plaza Mayor, en torno al PK4. Este tramo se corre entre calles estrechas, algunas adoquinadas, y un sinfín de toboganes, haciendo que entre unas cosas y otras, vayas corriendo muy emocionado, y yendo casi en volandas.

Trayecto por la Plaza Mayor
Tras estos bonitos kilómetros, se cruza el río y encaramos unos kilómetros bastante desangelados, una larga recta, en la que a nuestra izquierda no había nada, y a la derecha, teníamos algunas edificaciones, son de esos momentos en los que es importante que la cabeza no te juegue una mala pasada. Y con esta visión desangelada, llegamos al PK10, por el que pasé en un tiempo de 49´22”, a un ritmo de 4:56 min/km, y lo mejor de todo es que me encontraba bastante cómodo. En esta zona de largas rectas, podías ver venir en la otra dirección a los corredores que iban por delante.

En este tramo era fácil ver lo que te esperaba más adelante, y lo que nos esperaba pasado el kilómetro 10 era una importante subida, que iba haciendo curva y que se perdía de la vista al meterse en una zona de urbanizaciones. Tocaba subir la cuesta, callejear por las urbanizaciones, de nuevo zona de toboganes, subir otra pequeña cuesta, y volver a bajar por la cuesta que hacía curva, alcanzando con todo ello el PK13. Estos kilómetros pusieron bastante a prueba las piernas, tanto por las subidas, como por los toboganes, y los tiempos fueron de 5´02” en el PK11, 5´08” en el PK12, y 4´50” en el PK13. Continuaríamos nuestro viaje de vuelta, por la larga recta desangelada, pero en esta ocasión corriendo por la zona del carril bici y paseo peatonal. Por el PK15 pasé con un tiempo de 1h 14´22”, a un ritmo de 4:57 min/km.


Poco antes del PK16, otro momento muy bonito, al pasar el Puente Romano, y tras ello, llegó un tramo de casi dos kilómetros que hicimos en paralelo al río Tormes, de nuevo por zona de carril bici y paseo peatonal. Ese tramo se me hizo muy pesado, tanto que me afectó a la concentración, dejándome llevar en exceso, y solo la alarma del Garmin me hacía salir de mi letargo al indicarme que mi ritmo era más lento que el que le había marcado de 5:10 min/km. A pesar de los avisos del Garmin, esa falta de concentración se hizo notar en el crono, ya que el PK17 lo hice en 5´14”. Abandonamos este “paseo” junto al Tormes con una pequeña subida, pero muy intensa, que además acababa con una curva de 180º, una pequeña recta, y otra curva de 180º, coincidiendo ya con el PK18, que hice en 5´08”.

Y coincidiendo con los últimos kilómetros llegamos a la parte más dura del recorrido, una larga cuesta que empezaba antes del PK19, y acababa pasado el PK20, más o menos dos kilómetros de subida que parecía que nunca iba a acabar, y es que al estar de nuevo por una zona de avenida amplía, se veía perfectamente desde abajo todo lo que te quedaba por subir, o no. No se veía todo lo que quedaba por subir, porque donde parecía que acababa la subida, girábamos a la izquierda, y de nuevo nos encontrábamos con más subida. El peor kilómetro en cuanto a ritmo se refiere coincidió con el PK20, ya que lo hice en 5´34”, está claro que a esas alturas de carrera, y sin tener ningún pensamiento de marca en mente, subí la cuesta demasiado relajado, dejándome llevar demasiado. El PK20 lo pasé en 1h 40´38”, a un ritmo de carrera de 5:02 min/km.

En plena subida camino del PK20
Pasado el PK20, aún nos quedaba un tramo de subida, pero ya con la cercanía de la meta tan cerca, era más llevadera. Una vez acabada la subida, no nos quedaba ni un kilómetro de carrera, pero ya era todo muy favorable, primero un tramo cuesta abajo, y luego todo llano. Ese escenario favorable lo aproveché para apretar un poco, intentando despertar a las piernas del letargo en el que habían entrado subiendo la cuesta, y eso lo conseguí, ya que el PK21, a pesar de que tenía un tramo de subida, lo hice en 4´51”.

La meta estaba situada dentro del parque de la Alamedilla, un final en el que muchos corredores esprintaron, yo por mi parte, como suele ser habitual, mantuve mi ritmo, y disfrute de esos metros finales, contento por la carrera que había hecho, por cómo me había sentido, y por lo bien que me había ido la estrategia de correr dejándome llevar, y el resultado fue tan bueno, y tan sorprendente, que el tiempo en meta fue de 1h 45´57”, es decir, sin ir a tope, sin buscarlo, me había quedado a solo 37" de mi mejor marca en un Medio Maratón.

Mostrando la medallajunto a mis compis de Forrest Gump Team