miércoles, 10 de mayo de 2017

Cambiando el asfalto por la montaña

Como ya os comenté hace un tiempo, para este año tenía en mente hacer mi primer trail, a lo largo de los últimos meses, según preparaba los maratones, fui echando un vistazo al calendario de trail, y finalmente me decidí por uno que me aconsejó mi prima, y que fue en el que ella debutó el año pasado, el trail de Riaza, que se celebrará el próximo 03 de junio, la distancia son 11 kilómetros, y el desnivel es de +290 metros.


La verdad, es que llevo tiempo queriendo probar el trail running, no porque me haya cansado del asfalto, al revés, es un hábitat en el que me gusta correr, pero son bastantes los conocidos que tengo que han probado las carreras por montañas, y que me han hablado muy bien de la experiencia de correr por ellas.

He de decir que salvo alguna ocasión aislada en la que he hecho senderismo, y de pequeño que hacía mucho el cabra por los montes que había junto a la parcela de mis tíos, mi experiencia con la montaña es cero, por ello me adentro en el trail running con mucho, muchísimo respeto, y a la vez con muchas ganas e ilusión por disfrutar de la nueva experiencia.

Lo más complicado de este cambio sin duda va a ser el entrenamiento, entrenar una carrera de asfalto es fácil, me basta con salir a la calle y ponerme a correr, pero preparar una carrera de montaña, me resulta mucho más complicado, lo más parecido que tengo cerca de casa es el Parque Polvoranca, y para nada es una montaña, pero bueno, tiene senderos de arena y piedra, y alguna que otra cuesta, que para hacer una sesión más o menos larga me puede servir.

Tras el Maratón, y el merecido descanso que le he dado a las piernas, me he encontrado con algo menos de un mes para afrontar mi primer trail, y dado que parto sin ninguna experiencia, lo que no puedo intentar hacer en estas semanas, es una transición que sin duda necesitaría de más tiempo. Por ello, tengo muy claro, que debo tomármelo con mucha calma, ir poco a poco, y sobre todo intentar aprender lo máximo posible de la experiencia.

Como novato, uno de los consejos que he leído, y que más se me ha quedado grabado, es que un principiante debe correr por sensaciones, escuchar al cuerpo y disfrutar de la naturaleza sin obsesionarse del reloj. De lo poquísimo que sé del trail running, creo que esto es primordial a la hora de disfrutar y de no acabar con un mal sabor de boca, y es que será la primera vez que corra por senderos con cuestas, piedras, raíces, y demás obstáculos que pueda ponernos la naturaleza, por lo que tengo que hacer una carrera sin prisas, y con todos mis sentidos puestos en el sendero, sin preocuparme del tiempo que me lleve acabar la carrera de mi debut.

En el trail de Riaza hay distintas distancias 11 km +290 m, 20 km +900 m, 40 km +2.000 m, y 60 km +3.000 m. En este aspecto, el de la distancia, he sido lo suficientemente cauto como para no envalentonarme a la hora de apuntarme a una distancia mayor, como bien podrían haber sido los 20 kilómetros, y es que aunque vengo de hacer una distancia de 42,195 km, empezar en el trail running con una distancia de 20 kilómetros a mí, me parece una locura. A la hora de comparar, 20 kilómetros en montaña, son 20 kilómetros en asfalto, pero está claro que aunque son lo mismo, no son iguales, en el trail los kilómetros son bastante más duros, y los obstáculos de la montaña harán que nuestro rendimiento en carrera, sea menor que nuestro rendimiento habitual.

El hecho de que en el trail running nos enfrentemos a un medio con más dificultades, tanto por el desnivel como por lo inestable e impredecible que pueden llegar a ser los senderos por los que transitemos, va a hacer que el ritmo sea más lento y menos constante que en una carrera en asfalto, por lo que es muy importante que me olvide de las referencias de ritmo con las que corro habitualmente, y como ya he leído en distintos artículos, me centre en correr más por sensaciones que por tiempo, olvidándome totalmente del crono, intentando disfrutar de la montaña, y adaptándome a ella.

He leído que una importante característica del trail running, es que lo que de verdad importa es la experiencia vivida, los corredores corren por el placer de correr, por la libertad que da la montaña, por lo que yo, que soy de los que dan mucha importancia a terminar una carrera y a disfrutar de ella, seguramente, me encuentre como pez en el agua.

Y por último, la regla de oro del trail running, y que debería ser de la vida en general, es la de cuidar del entorno. El trail running se trata de carreras por entornos naturales, con senderos ya marcados, que se deben respetar, además de, evidentemente, no dejar ningún tipo de restos o residuos a nuestro paso, intentando minimizar la capacidad destructiva del ser humano.

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