miércoles, 31 de mayo de 2017

X Carrera Liberty 2017

Este año 2017, debido al tiempo que he dedicado a preparar los Maratones de Sevilla y Madrid, tenía un poco olvidada la distancia de 10 kilómetros, hasta el punto de que en lo que llevábamos de año había disputado dos Maratones, tres Medios Maratones y tan solo una carrera de 10 kilómetros. El pasado domingo, aunque tengo la mente puesta en mi debut en el trail del próximo 03 de junio, participé de nuevo en una carrera de 10 kilómetros.

Con Dani y Abel Antón, campeón del mundo de Maratón
La carrera cumplía su décima edición (era mi cuarta participación), y como en años anteriores además de la carrera de 10 kilómetros, estaba la carrera de hand bikes, la carrera de integración y las carreras infantiles, en la que por segundo año, participo mi pequeñajo.

He de decir que este año los corredores nos hemos llevado una desilusión con la organización, en concreto en la recogida del dorsal, y es que no se a qué se ha debido la desorganización, pero por norma general la espera los dos días de retirada de dorsal ha sido de cerca de una hora, y no solo eso, las personas que fueron a retirar el dorsal el sábado, se encontraron que ya no había disponibles todas las tallas de las camisetas. La verdad es que en los cuatro años que he corrido esta carrera, es la primera vez que ha pasado esto, lo cual es raro, teniendo en cuenta como os he dicho antes, que es la décima edición, por lo que experiencia tienen. El resto debo decir que todo funcionó muy bien, tanto el ropero, como la salida, como la llegada a meta y avituallamiento, así como las carreras infantiles.

Recorrido Carrera Liberty

Respecto al recorrido, es el mismo que en ediciones anteriores, con un pequeño cambio, en este caso para bien, y es que en lugar de ir por el lateral del Paseo de Recoletos y del Paseo de la Castellana, que para 10.000 corredores se quedaba demasiado estrecho, este año hemos ido por la zona central, lo cual significa ganar mucho espacio.

El recorrido tiene varios tramos durillos, sobre todo del kilómetro 2 hasta algo más del kilómetro 6, que es de constante subida, teniendo en la subida de la Avenida Concha Espina el tramo más duro. Los siguientes kilómetros son bastante favorables, salvo en el medio kilómetro final, que es todo de subida. Un recorrido en el que te tienes que guardar fuerzas para ese último repecho, si no quieres que se te haga muy largo el final.

Altimetría Carrera Liberty
Como estoy en pleno cambio del asfalto a la montaña, en los últimos entrenamientos estoy corriendo más por caminos y senderos de arena que por asfalto, por lo que para esta carrera no esperaba hacer un tiempo como en la Carrera en marcha contra el cáncer de marzo, y me conformaba con estar en torno a los 50 minutos.

Para la carrera, como viene siendo habitual últimamente, había quedado con conocidos de Instagram, además de con un grupo de running con el que de vez en cuando comparto entrenamientos. Una vez hechas las correspondientes fotos, nos repartimos en los cajones de salida en función del tiempo que teníamos pensado, en mi caso como os he dicho anteriormente, en el cajón de 50 minutos, junto con Dani, con quien ya había compartido el Medio Maratón de Madrid.

Con los amigos de Instagram
Los dos primeros kilómetros son de continua bajada, y salvo por alguna zona que hace un poco de embudo, se pueden hacer más o menos rápido, este tramo Dani y yo lo hicimos en 10´24”. En ese tramo se pasa junto a El Retiro, la Puerta de Alcalá y se llega a la Plaza de Cibeles. Una vez en la Plaza de Cibeles, tocaba encarar el Paseo de Recoletos, y empezaban casi cinco kilómetros de subida.

El cambio del recorrido en ese punto se agradeció, en ediciones anteriores era hasta un poco peligroso, muchos corredores y zona algo estrecha, pero este año en cambio era todo un lujo, al tener toda la zona central para nosotros. Del kilómetro 2 al 5, todo subida, y casi sin zonas de descanso en las que poder recuperar, por suerte son muchas las carreras que ya he hecho por la zona del Paseo de Recoletos y del Paseo de la Castellana, por lo que no me pilla por sorpresa, lo cual no quiere decir que la constante subida no se vaya notando en las piernas.

Con mi prima, su marido, mi mujer y el peque
Poco antes de dejar el Paseo de la Castellana, paso por el kilómetro 5, y punto de avituallamiento, el cual no era muy recomendable saltarse, teniendo en cuenta el calor que empezaba a hacer. Por el kilómetro 5 pasamos en 26´09”. Tras esto, giro a la derecha, hacía la Avenida de Concha Espina, dejando el Estadio Santiago Bernabéu a nuestra izquierda, un pequeño llano, o casi se podía decir bajada, para luego encarar una corta pero intensa subida. En este tramo ya es habitual dos cosas, la primera es que siempre tengo muy buenas sensaciones en esa subida, por lo que mientras que muchos corredores bajan su ritmo, yo lo aumento. La segunda es que te encuentras con varios corredores de hand bikes, y no puedo más que admirar el tremendo esfuerzo que hacen, por lo que es imposible no aplaudirles y animarles.

Una vez se corona Concha Espina, hay un pequeño tramo de toboganes, y ya a partir del kilómetro 7, por el que pasamos en 36´18”, empieza el terreno favorable, por lo que tocó acelerar el ritmo, y ver cómo respondían las piernas a ese ritmo rápido, lo cual era una gran duda, después de tantos meses entrenando a ritmo Maratón. El resultado fue bastante bueno, me encontré cómodo, con buen ritmo, y con muy buenas sensaciones incluso en la última cuesta final. Esos tres kilómetros finales los hicimos en 13´59”, a un ritmo de 4:40 min/km, para un tiempo final en meta de 50´17”.


El tiempo el año pasado fue de 49´41”, así que este año ha sido un poco superior, pero creo que puedo decir que no ha estado nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que es la segunda carrera de 10 kilómetros que hago este año, y que estoy con la mente puesta en mi debut en el trail.

Clasificación Carrera Liberty
Y tras la carrera de 10 kilómetros, le tocaba correr al peque de la casa, su segunda participación en esta carrera, y la cuarta que hace. 

El peque mordiendo su medalla al estilo Rafa Nadal

miércoles, 24 de mayo de 2017

Técnica de carrera para un trail runner novato

Tras informarme sobre material y métodos de entrenamiento para un novato en esto del trail runner, ha tocado informarse sobre los distintos aspectos técnicos que hay que tener en cuenta durante la carrera, para adaptarme a una nueva forma de correr, intentar disfrutar al máximo de la experiencia, tener un buen sabor de boca y, sobre todo, no lesionarme ni caerme, que creo es lo primordial.

Hay algo muy obvio, y es que el medio en el que me voy a desenvolver es completamente diferente al que estoy acostumbrado, por lo que deberé ir con mucha más atención de lo que suelo ir. En el asfalto, durante una carrera, lo máximo que me puedo encontrar es un bache en la carretera, un bordillo, o algo de mobiliario urbano, por lo que la forma de correr es más mecánica, pero en la montaña me encontraré con más obstáculos, rocas, piedras sueltas, raíces, zonas embarradas y/o resbaladizas, en definitiva, un terreno mucho más imprevisible que te obliga a estar más concentrado y a fijarte en cada centímetro del recorrido.

Imagen Trail de Riaza
Por todo lo mencionado anteriormente, la atención debe ir más allá de mis pies, la mirada debe ir alzada y hacia adelante, y no debo despistarme, en definitiva, ver hacia donde corro, para anticiparme a los posibles obstáculos, y tener capacidad de reacción. Muy importante, va a ser dejar una distancia prudencial con los otros corredores, para poder ver bien el terreno y dónde voy a pisar. Cuanto más complicado sea el recorrido, más atención debo prestar, lo cual no quiere decir que deba correr con miedo. Y si quiero disfrutar del paisaje, lo mejor, pararme y observar.

Respecto a la zancada, a diferencia del asfalto, donde la zancada es más larga, en el trail voy a tener que acortar los pasos, de esta manera minimizaré el esfuerzo, mantendré la espalda más recta, y la respiración será más fluida. Otro aspecto a tener en cuenta, es que deberé levantar más los pies, de esta manera, evitaré tropezar con piedras o raíces que se encuentren a ras del suelo, y ante zonas resbaladizas de rocas y ramas, mejor saltarlas que pisarlas y resbalar. Y por último, también deberé tener en cuenta la pisada, lo ideal es no ir de talón, sino de antepie, de esta manera la posibilidad de una torcedura se minimiza, y se aumenta la precisión en la pisada.

La velocidad y los ritmos tengo muy claro que no van a ser los mismos que en una carrera de asfalto, y una de las recomendaciones que más he leído para los novatos es la de adaptar la velocidad al terreno, las piedras sueltas y las irregularidades del sendero van a hacer que baje el ritmo, pudiendo apretar más si veo que el sendero está limpio.

En las bajadas es donde más debo controlar la velocidad, es sin duda la parte más técnica del recorrido, no me tengo que dejar llevar, puede parecer un terreno propicio para acelerar, pero puede tener más peligro a la hora de una caída que cualquier otra parte del recorrido, por lo que es importante tenerle respeto. Al contrario que en las bajadas en asfalto, que la zancada se amplía, siendo más largas, en la bajada del trail, debo concienciarme de dar pasos más cortos, controlando el avance. En el resto del recorrido, aconsejan alinear el centro de gravedad, para tener más estabilidad, pero en la bajada, recomiendan inclinar ligeramente el tronco hacia delante, para que nuestros cudriceps no sufran en demasía.

En las subidas, el primer aspecto a tener en cuenta es que en muchas ocasiones se avanza más andando que corriendo, así que si el terreno se empina mucho, mejor andar que correr, ya que se sube más rápido, y el desgaste de energía es menor. El segundo aspecto que deberé tener en cuenta, es que si la subida es muy empinada, me será de gran ayuda andar apoyando las manos sobre los cuádriceps, aprovechando el impulso.

En el trail, cada tramo de la carrera va a estar marcado por el tipo de terreno y el desnivel, estos dos aspectos van a marcar la dificultad de cada tramo. Cada kilómetro va a estar marcado por ambos aspectos, y harán que cada kilómetro sea diferente, por lo que debo de olvidarme de los tiempos de paso por cada kilómetro.

Los dos aspectos indicados anteriormente, tipo de terreno y desnivel, junto con la distancia, van a marcar la dificultad de la carrera, y provocaran un mayor desgaste muscular y energético, por lo que, aunque se trate de carreras distancias pequeñas, como es mi debut, que será de 11 kilómetros, recomiendan llevar un cinturón o una mochila de hidratación, además de un gel energético.

Para acabar, importante tener en cuenta que cada carrera por montaña aporta una experiencia única e incomparable, por lo que debo aprender a disfrutar del entorno, de los paisajes, sin dar importancia a las marcas, lo que también nos lleva, a que en el trail no sea tan competitivo, y prime el compañerismo, por lo que es más fácil acabar hablando con otro corredor, que durante una carrera de asfalto.

jueves, 18 de mayo de 2017

Aspectos a tener en cuenta por un trail runner novato

Lo primero es dar las gracias por los ánimos que me habéis dado, y en especial a Jorge Gallego por los consejos que me ha dado, los tengo muy en mente y alguno ya lo he puesto en práctica. He de decir que la mayoría habéis coincidido en una cosa, me habéis indicado que el trail me va a transmitir sensaciones que no transmite el asfalto, que me va a encantar la experiencia, y que puede crear adicción.

Para lo mencionado anteriormente, disfrutar de la experiencia, estoy entrenando y sigo leyendo artículos e intentando aprender, para intentar no cometer muchos errores de novato, y que la experiencia sea lo más agradable posible, aún así, estoy seguro que algunos cometeré.

Imagen: Riaza Trail Challenge
De lo leído respecto al material, veo que,  igual que en el running de asfalto, lo principal son las zapatillas. Y de esas lecturas he aprendido varias cosas:

1.- Da igual si eres pronador, supinador o neutro, el terreno es tan irregular, y tan diferente el apoyo al que se hace en el asfalto, que prácticamente es innecesaria esa diferenciación.

2.- No es inteligente correr con zapatillas de asfalto, que son prácticamente lisas, por los senderos de montaña, que exigen que la zapatilla tenga un buen agarre.

3.- El talón debe estar protegido, pero se debe dar libertad al tobillo, por lo que debemos huir de las zapatillas tipo botin. Respecto a la talla, en el trail running, el pie se mueve mucho dentro de la zapatilla, por lo que es bueno que haya espacio libre en la puntera de la zapatilla, pero sin que la zapatilla nos quede extremadamente grande.

Hay otro tipo de material que es común con el running de asfalto, como pueden ser las camisetas técnicas, los cortavientos, GPS y los complementos energéticos, y otros no tan usados en el running de asfalto, pero que sí son muy usados en el trail running, como los sistemas de hidratación, de iluminación o las mochilas que se adaptan al cuerpo, y donde llevaremos el material que pueda exigir la organización, u otro material que nos interese, y que podamos echar en falta en la montaña.

De momento, he evitado lanzarme a lo loco a comprar material, antes de nada quiero probar el trail, y si la experiencia es buena, ya iré haciéndome con el material. Zapatillas tengo unas de running que tienen tacos en la suela, fue de las primeras que me compré para correr, y tienen más kilómetros en cinta que en asfalto, creo que para la primera experiencia pueden valer, y tengo el cinturón de hidratación, con bolsillo para los geles, por lo que creo que para esta primera experiencia me puede valer con este material.

Respecto al entrenamiento, debe estar encaminado a una adaptación de nuestro cuerpo y nuestra técnica a las nuevas condiciones del terreno, pero siendo conscientes que esta adaptación se debe hacer con cabeza, olvidándonos de equiparar el volumen al que estamos acostumbrados en asfalto, con el de la montaña. Lo primero es iniciarnos por senderos irregulares, no muy técnicos, con subidas y bajadas moderadas (a este respecto, es importante que de primeras no nos obsesionemos con el desnivel), de manera que nuestras articulaciones inferiores se robustezcan y nuestros ligamentos se hagan más elásticos. Una vez nos hayamos adaptado a este tipo de senderos, podremos ir incluyendo en nuestra ruta tramos más duros, y de peor superficie, para continuar nuestra adaptación. Más adelante, si se da el caso de hacer carreras más largas, es cuando deberemos trabajar la resistencia.

Dentro del entrenamiento, no debemos dejar de lado los entrenamientos de series, o mejor aún, de fartlek, de esta manera vamos a buscar mantener la chispa para los comunes cambios de ritmo que se dan en la montaña, intentando hacer series o fartlek en subidas y bajadas.

Otra parte del entrenamiento, que ya he ido realizando en el plan de entrenamientos del Maratón, y que tiene un importante peso en los entrenamientos de montaña, es el trabajo de fortalecimiento, vamos a tener que hacer ejercicios de fortalecimiento del tren inferior, el abdomen y los tobillos. Debemos preparar nuestras piernas para correr por un terreno más duro y complicado, y debemos trabajar nuestro equilibrio con ejercicios de propiocepción, trabajando la fuerza y la estabilidad de los tobillos, y evitando la tendencia a las torceduras. Las sentadillas, los ejercicios de multisaltos, y el uso del bosu, serán muy importantes en el plan de entrenamiento, sin olvidarnos de los ejercicios para fortalecer la zona del core.

Y con esto más o menos ya tengo la guía a seguir del previo a la carrera, luego están los aspectos a tener en cuenta en la propia carrera, que ya os comentaré en la siguiente entrada.

miércoles, 10 de mayo de 2017

Cambiando el asfalto por la montaña

Como ya os comenté hace un tiempo, para este año tenía en mente hacer mi primer trail, a lo largo de los últimos meses, según preparaba los maratones, fui echando un vistazo al calendario de trail, y finalmente me decidí por uno que me aconsejó mi prima, y que fue en el que ella debutó el año pasado, el trail de Riaza, que se celebrará el próximo 03 de junio, la distancia son 11 kilómetros, y el desnivel es de +290 metros.


La verdad, es que llevo tiempo queriendo probar el trail running, no porque me haya cansado del asfalto, al revés, es un hábitat en el que me gusta correr, pero son bastantes los conocidos que tengo que han probado las carreras por montañas, y que me han hablado muy bien de la experiencia de correr por ellas.

He de decir que salvo alguna ocasión aislada en la que he hecho senderismo, y de pequeño que hacía mucho el cabra por los montes que había junto a la parcela de mis tíos, mi experiencia con la montaña es cero, por ello me adentro en el trail running con mucho, muchísimo respeto, y a la vez con muchas ganas e ilusión por disfrutar de la nueva experiencia.

Lo más complicado de este cambio sin duda va a ser el entrenamiento, entrenar una carrera de asfalto es fácil, me basta con salir a la calle y ponerme a correr, pero preparar una carrera de montaña, me resulta mucho más complicado, lo más parecido que tengo cerca de casa es el Parque Polvoranca, y para nada es una montaña, pero bueno, tiene senderos de arena y piedra, y alguna que otra cuesta, que para hacer una sesión más o menos larga me puede servir.

Tras el Maratón, y el merecido descanso que le he dado a las piernas, me he encontrado con algo menos de un mes para afrontar mi primer trail, y dado que parto sin ninguna experiencia, lo que no puedo intentar hacer en estas semanas, es una transición que sin duda necesitaría de más tiempo. Por ello, tengo muy claro, que debo tomármelo con mucha calma, ir poco a poco, y sobre todo intentar aprender lo máximo posible de la experiencia.

Como novato, uno de los consejos que he leído, y que más se me ha quedado grabado, es que un principiante debe correr por sensaciones, escuchar al cuerpo y disfrutar de la naturaleza sin obsesionarse del reloj. De lo poquísimo que sé del trail running, creo que esto es primordial a la hora de disfrutar y de no acabar con un mal sabor de boca, y es que será la primera vez que corra por senderos con cuestas, piedras, raíces, y demás obstáculos que pueda ponernos la naturaleza, por lo que tengo que hacer una carrera sin prisas, y con todos mis sentidos puestos en el sendero, sin preocuparme del tiempo que me lleve acabar la carrera de mi debut.

En el trail de Riaza hay distintas distancias 11 km +290 m, 20 km +900 m, 40 km +2.000 m, y 60 km +3.000 m. En este aspecto, el de la distancia, he sido lo suficientemente cauto como para no envalentonarme a la hora de apuntarme a una distancia mayor, como bien podrían haber sido los 20 kilómetros, y es que aunque vengo de hacer una distancia de 42,195 km, empezar en el trail running con una distancia de 20 kilómetros a mí, me parece una locura. A la hora de comparar, 20 kilómetros en montaña, son 20 kilómetros en asfalto, pero está claro que aunque son lo mismo, no son iguales, en el trail los kilómetros son bastante más duros, y los obstáculos de la montaña harán que nuestro rendimiento en carrera, sea menor que nuestro rendimiento habitual.

El hecho de que en el trail running nos enfrentemos a un medio con más dificultades, tanto por el desnivel como por lo inestable e impredecible que pueden llegar a ser los senderos por los que transitemos, va a hacer que el ritmo sea más lento y menos constante que en una carrera en asfalto, por lo que es muy importante que me olvide de las referencias de ritmo con las que corro habitualmente, y como ya he leído en distintos artículos, me centre en correr más por sensaciones que por tiempo, olvidándome totalmente del crono, intentando disfrutar de la montaña, y adaptándome a ella.

He leído que una importante característica del trail running, es que lo que de verdad importa es la experiencia vivida, los corredores corren por el placer de correr, por la libertad que da la montaña, por lo que yo, que soy de los que dan mucha importancia a terminar una carrera y a disfrutar de ella, seguramente, me encuentre como pez en el agua.

Y por último, la regla de oro del trail running, y que debería ser de la vida en general, es la de cuidar del entorno. El trail running se trata de carreras por entornos naturales, con senderos ya marcados, que se deben respetar, además de, evidentemente, no dejar ningún tipo de restos o residuos a nuestro paso, intentando minimizar la capacidad destructiva del ser humano.

jueves, 4 de mayo de 2017

Conclusiones tras mi cuarto Maratón

Cuando me propuse el reto de hacer dos Maratones en dos meses ya intuía que iba a ser algo bastante duro, tanto física como mentalmente, hoy, ya no solo es una intuición, sino que es algo que puedo afirmar a ciencia cierta, hacer dos Maratones con una diferencia de dos meses es bastante duro.

El plan de entrenamientos para hacer los dos Maratones se ha alargado hasta las 23 semanas, con una de descanso entre ambos Maratones, en las que he hecho un total de 957,51 kilómetros, es decir, en 23 semanas he hecho lo que hasta hace muy poco hacía más o menos en un año, eso evidentemente supone un alto desgaste físico. Y mentalmente, pues lo mismo, son 23 semanas en las que tu objetivo es hacer los dos Maratones, son muchas sesiones, con mucho desgaste mental, con la cifra de los 42.195 metros metida constantemente en la cabeza, y pensando en no desfallecer, en cumplir con los entrenamientos, y teniendo que tirar de fortaleza mental para cumplir con algunos de ellos.

Imagen Palabra de Runner
Al haber conseguido en Sevilla el objetivo de bajar de las cuatro horas, el Maratón de Madrid me lo planteé con la idea de disfrutar, sin ninguna presión de tiempo, pero siendo consciente de que se trataba de un Maratón. Para las ocho semanas que tenía entre el Maratón de Sevilla y el de Madrid, planteé un plan en el que primaban las sesiones de rodaje y cuestas sobre las series, de esta forma buscaba tener fondo y piernas fuertes para las cuestas de Madrid, que tener chispa, aunque creo que al final no conseguí mi propósito, o sí, y puede que el error lo cometiese al plantear la carrera el día del Maratón.

Creo que uno de los mayores errores fue ir al Maratón sin ningún plan, es decir, en los tres Maratones anteriores, incluso en el primero, me había marcado unos objetivos de tiempo en los pasos por los distintos puntos kilométricos, o me había planteado carreras dentro del Maratón, en esta ocasión no lo hice así, siempre me lo planteé como un todo, y sin marcarme tiempos de paso, ni ritmo, ni nada de nada, es decir, fui un poco a ver lo que pasaba, y lo que pasó es que corrí a lo loco, dejándome llevar.

Ritmo durante el Maratón
¿Cuál fue el mayor error?, sin duda ir de valiente en lugar de inteligente, y es que al saludar en carrera a un corredor que conocía, me dijo que su amigo y él iban a ver si podían bajar de 4 horas, lo más inteligente habría sido desearles buena suerte y seguir a mi ritmo, ya que yo no había preparado el Maratón para bajar de 4 horas, pero en lugar de eso, pequé de valiente y me uní a ellos, poniendo un ritmo excesivamente alto, que nos llevó a hacer entre el PK8 y el PK26, once kilómetros por debajo de 5:30 min/km, un ritmo, que evidentemente yo no había entrenado. Poco antes del PK25 decidí cambiar de táctica e ir a un ritmo más adecuado, pero creo que a esas alturas había gastado más energías de las deseadas, además de que en ese momento pequé de precavido, y bajé demasiado el ritmo.

La última semana debo decir que tampoco la encaré como en otras ocasiones, por un lado me encontré con bastante acumulación de trabajo, con bastante estrés y durmiendo bastante mal, lo que me supuso llegar aún más cansado mentalmente. Por otro lado tenía falta de tensión, al no meterme tanta presión, encaré la última semana excesivamente relajado, e incluso alimentos, ricos en magnesio y carbohidratos, que he tomado siempre en la última semana del Maratón, en esta ocasión no los tomé.



Aparte del error que cometí por ir de valiente, del mayor cansancio mental, y de la indisciplina a la hora de encarar la alimentación de la última semana, hubo otra serie de circunstancias que afectaron mucho mi rendimiento final, como fue el caso del calor y la hidratación. Hasta ahora en los tres Maratones anteriores la temperatura fue bastante fresca, y eso a la hora de correr se nota mucho, a mí personalmente, correr con calor se me hace bastante insoportable. Además de eso está el tema de la hidratación, ya que sudas más y el cuerpo tiene más necesidad de recuperar líquidos, por lo que bebes más y eso me llevó a que en el PK33 tuviese que parar, ese pequeño parón que tuve que hacer me vino muy mal a las piernas, ya que los músculos se me tensaron, y fue como si en vez de piernas tuviese bloques de cemento. Otra consecuencia de ese parón fue el pinchazo en el isquiotibial izquierdo, ya os comenté que tras los días de Semana Santa en los que pasé mucho tiempo de pie, tenía un leve pinchazo en el isquio, que durante la semana desapareció, pero que volvió justo tras hacer ese parón en carrera, e hizo que los kilómetros finales, sobre todo entre el PK39 y el PK41 donde tuve que ponerme a andar, fuese bastante molesto correr.

De los cuatro objetivos que tenía en mente a la hora de encarar el Maratón, el primero, cruzar la meta en El Retiro, lo conseguí, a pesar de los errores y de las circunstancias que se pusieron un poco en contra, conseguí acabar mi cuarto Maratón, y además saborear los cientos de metros finales que haces por El Retiro. El segundo, sufrir poco y seguir sin conocer el muro, pues creo que junto con el de San Francisco es el que más he sufrido, allí por el estómago revuelto y aquí por el pinchazo en el isquio, sufrí más de lo deseado, y respecto al muro, si no lo he conocido, creo que en esta ocasión el error a la hora de elegir entre ser valiente o inteligente, hizo que estuviese muy, muy cerca de conocerlo. El tercero, disfrutar mucho del recorrido, de la gente animando, del 40 aniversario de la carrera, sí lo hice, sobre todo por las zonas más emblemáticas de la ciudad y por donde más gente se acumulaba animando a los corredores anónimos. Y respecto al cuarto objetivo, que era no irme por encima de las 4h 11´53”, pues no lo conseguí por 47”, es decir, más o menos, el tiempo que perdí por pararme a vaciar la vejiga.


Imagen Marathon Foto
Experiencias como la vivida en este Maratón, son buenas para tenerlas en cuenta en el futuro, tengo muy claro que si no quiero sufrir en exceso haciendo un Maratón, debo encararlo con un plan de carrera y aferrarme a él, en lugar de ir sin plan y correr a lo loco. También he aprendido que puedo encararlo sin presión, pero no sin tensión, y si hay dinámicas que funcionan hay que mantenerlas, porque en un Maratón hay circunstancias que no dependen de nosotros, y ya por sí solas nos pueden complicar la carrera, como para que nosotros añadamos más.